AMD acusa a Intel de haber presionado de forma ilegal a los fabricantes de dispositivos para que no instalen sus procesadores. AMD asegura en su denuncia, presentada ante el Juzgado de Distrito de Delaware (EE.UU.), que ha identificado a 38 compañías que habrían sido presionadas por Intel para que no utilizaran los productos de su principal competidor en el mercado doméstico.
La acción legal se refiere a la actitud de Intel respecto a los procesadores de la familia x86, diseñados para funcionar en Windows, de Microsoft, y otros sistemas operativos como Solaris de Sun o GNU/Linux.
La denuncia enumera una serie de ejemplos en los que dice quedan patentes las amenazas e intimidaciones supuestamente llevadas a cabo por parte de Intel contra 12 ensambladores de ordenadores, nueve distribuidores y 17 minoristas. Entre los fabricantes “presionados” o beneficiados con mejores precios si solamente comercializan equipos con chips Intel, se encuentran Dell, Sony, Toshiba, Gateway e Hitachi, según AMD.
“Intel pagó a Sony millones de dólares por la exclusividad. La participación de AMD en los negocios de Sony bajó del 23 por ciento en 2002 a un 8 por ciento en 2003, y a un 0 por ciento hoy en día“, señala AMD en el comunicado.
También acusa a Intel de establecer cuotas en las principales cadenas de venta de productos electrónicos, como Best Buy, Circuit City, la cadena europea Media Markt y Office Depot, que no vende portátiles basados en la tecnología desarrollada por AMD.
La compañía demandante cifra en un 80 por ciento la participación de Intel en el mercado de los procesadores y calcula que recibe un 90 por ciento de las ganancias generadas en el negocio, lo que le da “un claro monopolio y un poder extraordinariamente dominante“.
Además, AMD señala que el poder del gigante de los chips aumentará mucho más al haberse convertido en el suministrador de la nueva generación de ordenadores Apple.
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